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Palau Solità i Plegamans, Barcelona, Spain
Licenciada en Psicologia (UAB, 2002). Máster en Comunicación Empresarial (2.008). Terapeuta en EMDR, PNL y Psicologia Sistémica Familiar. Facilitadora de Constelaciones Familiares, Terapeuta en Flores de Bach, Técnica Metamórfica y Kinegenealogía.

martes, 27 de enero de 2009

CUANDO NOS DESBORDAN LOS PENSAMIENTOS

“Llegas a casa después de un día difícil. Ha habido algunos problemas en el trabajo y, aunque parece que todo está solucionado, no eres capaz de olvidar lo sucedido. Se te ocurren un montón de cosas que tenías que haber dicho en esa reunión y no dijiste. La sensación de haber cometido algún error te pone nervioso y tienes miedo de quedar mal ante tu socio o superior. Repasas mentalmente una y otra vez todo lo sucedido, cada palabra dicha, cada decisión tomada; encuentras fallos, analizas, recuerdas una frase concreta y te preguntas qué quiso decir realmente uno de tus compañeros con eso. Al final el cansancio te puede, y decides ver un rato la tele y no pensar más en eso por el momento, pero llega la hora de dormir y, mientras estás en la cama, empiezas de nuevo a darle vueltas y vueltas al mismo tema, incansablemente. Se te ha quitado el sueño y te mueves inquieto en la cama. Tal vez en ese momento empieces a preocuparte también por ese insomnio que hará que no estés despejado a la mañana siguiente. Deseas dormir, olvidar, dejar de torturarte y hundirte en un sueño profundo... Pero parece tan difícil....”


Ciertamente hay épocas de nuestra vida en que nos desbordan nuestros pensamientos.
Lo importante es que reconozcamos y abordemos desde los primeros síntomas ese momento para que no se prolongue demasiado en el tiempo y la ansiedad resultante acabe por “apoderarse” de nosotros.


¿Cómo librarse de obsesiones y preocupaciones insistentes?

Ciertamente no es una tarea fácil. Requiere tiempo, paciencia y constancia.
No podemos pretender controlar algo tan automatizado como nuestros pensamientos de la noche al día. Como casi todo en esta vida es un proceso que requiere entrenamiento y constancia.

Las técnicas de reestructuración cognitiva se centran en trabajar los pensamientos “no productivos o poco funcionales” y en líneas generales proponen algunos pasos que resultan muy útiles ante los primeros “síntomas” de pensamientos recurrentes:

1º. Cada vez que aparezca un pensamiento poco funcional “acorrálalo” - ponle una etiqueta: “preocupación absurda u obsesión irracional”.

2º. Acepta esos pensamientos “incontrolables”, no intentes combatirlos. Este es el primer paso para hacer que algo INCONTROLABLE empiece a ser CONTROLABLE.

Deja que esos pensamientos prosigan libremente. No los juzgues ni los analices, de este modo les restarás fuerza e importancia. En este momento habrás decidido libremente que esos pensamientos forman parte de ti y progresivamente irás aumentando tu dominio sobre ellos sometiéndolos a tu voluntad.

Ridiculízalos, simplifícalos, ríete de ti mismo…

3º. En los momentos en que estos interfieran en tu vida: busca distractores (si no te dejan dormir, busca otros pensamientos que no tengan nada que ver: imágenes de paisajes, imágenes de colores, canciones, etc.

4º. Empieza a cambiarlos:

- Reflexiona sobre tus pensamientos: ¿Qué te aportan?, ¿Cómo te sientes?
- Propón alternativas antagonistas (más positivas).
- Cambia las escenas recurrentes: si te ves a ti mismo “fracasando” cambia cosas de esa escena, imagina que ese fracaso te conduce a una nueva oportunidad, imagina un triunfo y saborea la satisfacción del mismo…

Si en un tiempo prudencial sigues sintiéndote desbordado, acude a un profesional. No te sientas fracasado, sencillamente hay situaciones que no podemos afrontar solos: “somos seres sociales”.

Tú eres lo más importante y solicitar ayuda es lo más sensato y eficaz para retomar tu equilibrio y bienestar cuando antes: la vida es demasiado corta para sufrir sin necesidad.

Son muchos y variados los trastornos de ansiedad actualmente reconocidos en el DSM-IV (libro diagnóstico de las enfermedades de origen mental). Hay una buena noticia: tienen tratamiento y las mejoras son rápidas y muy significativas.

El Trastorno Obsesivo-Compulsivo [TOC], o el trastorno obsesivo de la personalidad (OCD), por ejemplo, son dos tipos de trastornos de ansiedad que en la actualidad afectan a más de un millón y medio de personas solo en España.

La mayoría tarda una media de 9 años en ir por primera vez al médico, lo cual dificulta enormemente su tratamiento.

El Trastorno Obsesivo-Compulsivo (TOC) se define como la presencia de obsesiones y/o compulsiones repetidas y suficientemente graves para causar un malestar intenso e interferir en la vida cotidiana de la persona, es decir, en su entorno laboral, en sus relaciones y actividades sociales y en su rutina personal.

(Encontrarás más información en la sección APUNTES)

Detectar y tratar este tipo de trastornos es el primer paso para alcanzar un nuevo bienestar.

¡¡ Feliz semana a todos !!

martes, 20 de enero de 2009

"Las molestias psicosomáticas: Enfermedades invisibles"

El término psicosomático se puede definir como el “proceso psíquico que tiene influencia en lo somático ”, es decir, en lo físico.

La medicina ya reconoce la importancia de los procesos emocionales en la aparición, mantenimiento y desarrollo de algunas enfermedades. A menudo no hay una causa orgánica detrás de los síntomas que nos llevan hasta la consulta médica.
Ante un dolor o una molestia física, lo primero que tendemos a pensar es que padecemos alguna enfermedad física, sin embargo, la gran mayoría de las veces no es así.
"La salud no es el silencio del cuerpo, ni todos los síntomas o molestias son resultado de una enfermedad física".

Veamos cuales son algunas de las causas de nuestras molestias:

• De las molestias que sentimos a diario el 70% se deben a causas naturales. Entre éstas, encontramos las que puede provocar el propio funcionamiento del organismo cuando realizamos la digestión, cuando respiramos, o cuando sudamos. Incluso, los hábitos de vida poco saludables como la mala alimentación, malos hábitos de sueño o realizar poco ejercicio físico también pueden provocarnos malestar físico. Por último el medio ambiente también influye en nuestro cuerpo; aquí encontramos factores como la contaminación, la humedad, el calor, el frío, hongos, etc.

• Sólo un 5% de nuestros dolores se deben a enfermedades físicas. Además, sólo un 10% de éstas son graves. Así que, de cada 1000 molestias sólo 4 se deben a enfermedades graves.

• Finalmente, un 25% de las molestias físicas que podemos sentir se deben a causas psicológicas. En este punto es donde se encuentran las enfermedades psicosomáticas. Veámoslas con más detalle.

Por lo general, se tiende a pensar que las enfermedades psicológicas sólo causan tristeza, llanto, sentimientos de inferioridad y otros síntomas que no tienen que ver con el cuerpo, sin embargo, esta idea es errónea.

Nuestros emociones influyen en nuestro cuerpo, al igual que éste influye en nuestras emociones.

Está médicamente demostrado que las personas que padecen depresión presentan una debilitación del sistema inmunológico o de defensa, con lo que pueden enfermar con más facilidad o bien les puede ser más difícil recuperarse de ciertas enfermedades.

La ansiedad, el estrés y la depresión actúan sobre distintas hormonas, provocando cambios en nuestro organismo, que nos hacen más sensibles al dolor e influyen en distintas enfermedades:

- En el sistema nervioso pueden provocar dolores de cabeza, mareos, vértigos, desmayos, hormigueos, parálisis musculares, etc.
- En nuestros sentidos pueden llegar a provocarnos ceguera, visión doble, afonía, etc.
- En el sistema circulatorio producen palpitaciones y taquicardias.
- En el sistema respiratorio pueden causar sensación de ahogo, dolor u opresión en el pecho, etc.
- En el sistema digestivo pueden producir sequedad de boca, sensación de atragantamiento, náuseas, vómitos, estreñimiento, diarrea, etc.
- En el sistema osteomuscular es común que provoquen tensión muscular, dolor muscular, cansancio, etc.

Síntomas somáticos más frecuentes en las consultas médicas:
Dolor de espalda: 71%; Mareos - vértigos: 65%; Dolor en extremidades: 60%; Gases en el estómago: 52%; Dificultad al respirar: 50%; Palpitaciones -taquicardia: 49%; Dolor en articulaciones: 45%; Dolor en el pecho: 44%; Náuseas: 43%
Muchas enfermedades médicas están estrechamente relacionadas con el estrés. Entre ellas encontramos: la hipertensión, distintas enfermedades coronarias, el asma, la gripe, el cáncer, el hiper y el hipotiroidismo, las úlceras de estómago, el síndrome del intestino irritable, cefaleas, el dolor crónico, contracturas musculares, impotencia, etc.

Tras observar como la depresión, la ansiedad y el estrés - distintos tipos de expresiones emocionales - influyen tanto en el origen, como en el mantenimiento y la evolución de distintas patologías y molestias físicas, es fácil evidenciar como la influencia de nuestra mente sobre nuestro cuerpo juega un papel fundamental en nuestra curación.

Es posible mejorar la calidad de vida de las personas que padecen enfermedades psicosomáticas entendiendo "de dónde provienen las molestias físicas" que sufren y trabajando sobre aquellas emociones "no funcionales" que las provocan: distorsiones cognitivas, autoexigencias elevadas, inadecuada gestión de responsabilidades, relaciones interpersonales dificiles o conflictivas, baja autoestima, autoconcepto distorsionado, etc.
Para ello el papel del psicólogo como "orientador hacia el cambio" y la aplicación de diferentes técnicas basadas en la autoobservacion que nos ayuden a gestionar adecuadamente nuestras emociones será un punto clave hacia nuestro bienestar emocional y físico.
Si tu médico de cabecera acaba por derivarte a alguno de estos especialistas, recuerda la cita de JUVENAL (poeta romano del siglo I): "MENS SANA IN CORPORE SANO", que en su significación original se referia a la necesidad de una mente sana para un cuerpo en equilibrio.
¡¡ FELIZ SEMANA A TODOS !!

martes, 13 de enero de 2009

"Arquitectos de emociones: generadores de bienestar".

Los seres humanos actuamos condicionados por tres factores que invariablemente se interrelacionan entre sí, es decir, que cada dimensión afecta a las demás en forma continua.

Estas dimensiones son:

* Nuestros pensamientos
* Nuestras emociones (sentimientos) y
* Nuestras propias conductas o acciones

Estos factores conforman nuestro sistema emocional: un mecanismo "sencillo y complejo" al mismo tiempo, que nos permite reaccionar rápidamente y preparar nuestro cuerpo para la acción.

SENCILLO:

1º Se da un “ESTIMULO o SITUACIÓN”
(real o imaginada)

2º. PERCIBIMOS ese estímulo o situación

3º. VALORAMOS e INTERPRETAMOS ese estímulo o situación
(mediante pensamientos propios sobre situaciones pasadas o posibles situaciones futuras)

3º. Nuestras valoraciones e interpretaciones desecadenan EMOCIONES - SENTIMIENTOS

COMPLEJO:

1. Disponemos de un amplio abanico de emociones subjetivas e intransferibles: cada persona tiene dentro de sí una fórmula única que nace de la individualidad de la personalidad.

2. Todas nuestras emociones se expresan con diferente intensidad y variedad de respuestas no solo a nivel psicológico, también fisiológico:

Según nuestras interpretaciones y valoraciones de los acontecimientos, el cuerpo, aunque no seamos conscientes de ello, responde y se prepara para la acción anticipando las posibles consecuencias de lo que sucede:
- El miedo, por ejemplo, prepara nuestro cuerpo para la huida. Nuestro ritmo cardíaco aumenta y se produce una retirada de la sangre del rostro que facilita su circulación por la musculatura esquelética, preparándonos para la huida.

- La sorpresa predispone a la observación concentrada y se manifiesta por el arqueo de las cejas, respuesta que aumenta la luz que incide en la retina y facilita la exploración del acontecimiento inesperado y la elaboración de un plan de acción o respuesta adecuado.
Ya lo aclara la etimología: el término emoción viene del latín emotĭo, -ōnis que significa
"el impulso que induce la acción".

Así pues, siguiendo el esquema inicial
¿Hasta que punto somos generadores de nuestro propio bienestar? ¿Hasta que punto el logro de nuestros objetivos depende de nosotros?

Si nuestros propios pensamientos son GENERADORES DE EMOCIONES, aquellos que logren generar pensamientos y en consecuencia emociones de bienestar serán más felices que aquellos que continuamente generen pensamientos y emociones negativas.

En el terreno de la salud las “consecuencias” de emociones como la ansiedad, el estrés o la ira (“consecuencias” entendidas como las respuestas fisiológicas y psicológicas fruto de estas) se conciben como factores de riesgo desencadenantes de diferentes enfermedades.

Desde Selye (1936), pionero en la investigación de los efectos del estrés en la etiología de numerosas enfermedades, hasta Lazarus y Folkman (1991), se considera que variables cognoscitivas (como la forma de interpretar y afrontar las situaciones problemáticas) son elementos determinantes en el desarrollo de diferentes enfermedades y destacan la importancia del estado emocional como factor de riesgo destacando su influencia en el desarrollo, agravamiento y cronicidad de estados de enfermedad.

¿No te a pasado en muchas ocasiones que te sientes mal y no sabes bien por qué? Te falta energia, te sientes cansado…
Quizá has tenido un día duro: horas y horas anticipando cosas que no han ocurrido, valorando negativament acontecimientos... tu cuerpo se ha estado preparando continuamente para acciones que finalmente no se han desencadenado acumulando una tensión que finalmente no ha llevado a ninguna acción constructiva para tí y dejandote K.O.
Somos tan inconscientes de nuestras respuestas emocionales (están tan automatizadas en nuestro quehacer diario) que no les prestamos atención - pasan desapercibidas - y en muchas ocasiones son el origen de nuestra fatiga mental y física: de un vago sentimiento de malestar y desapetencia que nos invade y cuyo origen no sabemos determinar.

Así pues, - aprender a identificar nuestras emociones, - aprender a escuchar como nuestro cuerpo las expresa y - aprender a redireccionar estas respuestas mediante nuestros pensamientos hacia el logro de un bienestar general mantenido basado en el equilibrio, la salud física, y logro de nuestras metas y objetivos - depende en gran parte de nosotros: de como valoramos e intepretamos los acontecimientos de nuestro día a día y actuamos a favor de nuestro bienestar.

Las emociones son la llave de acceso a nuestro máximo rendimiento:
son predisposiciones para la acción, una fuerza que debemos dirigir siempre a nuestro favor.
Bienvenidos a PSICO BLOG.