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Palau Solità i Plegamans, Barcelona, Spain
Licenciada en Psicologia (UAB, 2002). Máster en Comunicación Empresarial (2.008). Terapeuta en EMDR, PNL y Psicologia Sistémica Familiar. Facilitadora de Constelaciones Familiares, Terapeuta en Flores de Bach, Técnica Metamórfica y Kinegenealogía.

sábado, 26 de agosto de 2017

Mi experiencia con el Reiki

El Reiki llegó a mi vida en 2.009. En aquel momento yo era una persona muy escéptica, aunque con cierta curiosidad respecto a las terapias 'alternativas'. Una curiosidad desde la que he necesitado 'ver, o en este caso, sentir para creer', y en consecuencia, 8 años después mi método de trabajo fusiona, con muy buenos resultados, Psicología con Terapias 'alternativas' cuidadosamente experimentadas previamente por mi misma y posteriormente con otros cientos de personas a las que he tenido la oportunidad de acompañar desde mi experiencia. 

Las primeras veces que recibí Reiki, no estaba muy receptiva a sentir, quizás no estaba preparada, pero empezaron a producirse cambios en mi vida que no podían ser fruto de la casualidad y fui queriendo más. La terapeuta que en aquel entonces me acompañó, sin apenas conocerme, de alguna manera accedía a mi interior y rescataba escenas, situaciones y sentimientos que correspondían a mi realidad, a mi pasado, a mi presente... Me parecía inquietante porque no me conocía. Yo solo llegaba allí, me tumbaba en la camilla, ponía sus manos sobre mi y me invadía un profundo sentimiento de paz desde el que me enteraba de poco más. Al acabar la sesión me explicaba un poco lo que habíamos trabajado, lo que ella había sentido, y todo me parecía coherente. Salía con la sensación de haber hecho comprensiones profundas sin haber analizado nada en concreto.

La vida es sabia y alejó durante mucho tiempo aquella terapeuta de mi vida para que no la idealizase y pudiese descubrir el Reiki por mi misma, si así lo deseaba. Tras 6 sesiones y muchos cambios, ella se trasladó a vivir a Tarragona y yo continué mi búsqueda. Un año después, me formé en Reiki Usui, y cada uno de los niveles era siempre una experiencia maravillosa donde empezaba a sentir que éramos algo más que 'una mente con piernas' ;).

El Reiki me enamoró absolutamente por su sencillez y eficacia. Podía aplicármelo a mi misma fácilmente (y de hecho, algunas de las mejores experiencias han sido conmigo).

Cuando empecé a hacer sesiones a otras personas y puede comprobar como mejoraban, me pareció un regalo. Aún más, cuando las personas que venían a aprenderlo, se lo aplicaban a sí mismos, o a sus hijos, obteniendo mejorías en su equilibrio emocional, su atención, su desarrollo e incluso su salud física. Mis experiencias y sus testimonios, me convencieron absolutamente, y lo siguen haciendo hasta hoy.

Por todo ello, desde que el Reiki llegó a mi vida no he dejado de compartir sus beneficios a través de la formación, de sesiones individuales, de encuentros gratuitos... Todos nos nutrimos del Reiki continuamente. Reiki significa energía universal y todos estamos 'enchufados' a la vida a través de esta energía. Con este sistema aprendemos a sentirla, a equilibrarla en aquellos puntos donde no está llegando como debería, a trascender aquellos 'bloqueos' que no nos permiten disfrutar de los niveles de vitalidad que desearíamos...

Si sientes inquietud, no dejes de probarlo. Ponte en manos de un buen profesional, ábrete a aprenderlo, deja que su sabiduría entre en tu vida para quedarse, te ayudará a vivirla con mayor equilibrio y sensibilidad. Personalmente te ofrezco cursos de Reiki cada mes, así que no tienes excusa ;) haz un hueco en tu agenda, e incorpora esta técnica en tu vida.


Cualquier duda respecto a esta técnica, puedes contactarme en el 606 65 26 16 o en repab@hotmail.com.

La importancia de elaborar el duelo gestacional o perinatal

Puede resultarnos más fácil comprender el duelo gestacional si imaginamos a una pareja en busca de un bebé. Ambos pondrán consciencia e ilusión en esa búsqueda, en cada encuentro y estarán expectantes a la posibilidad de un embarazo. Cuando el test confirme que están esperando un hijo, se sentirán felices y orgullosos. Si sufren una pérdida, podemos comprender que sientan impotencia, tristeza, preocupación o dolor.


Aún así, desde un extendido desconocimiento emocional, generalmente animamos a la pareja a que pase página, como si nada importante hubiese ocurrido, lejos de invitarlos a reconocer y expresar sus sentimientos, creando el espacio apropiado para que puedan hacerlo.

Decimos cosas como ‘esto pasa, ya lo volveréis a intentar’, que no facilitan que los padres inicien el proceso de duelo, y coloquen a ese bebé 'perdido' en su corazón: un no nacido cuya corta existencia marcará muchos aspectos de la vida de esa pareja, entre otros, la búsqueda de un segundo embarazo, los miedos que vivan fruto de su experiencia anterior durante una nueva gestación, o el tipo de proyecciones que hagan sobre su siguiente hijo, el cual, en muchos casos, llevará el ‘proyecto o encargo inconsciente’ de ‘llenar el vacío de sus padres’ tras la pérdida.  

 

La interrupción voluntaria o involuntaria del embarazo, lleva consigo  una experiencia emocional profunda, que si no se atiende y acompaña de manera consciente, se manifiesta en nuestras vidas en forma de culpa, desvalorización, miedo, fracaso o dificultades para concebir. 

 

El duelo gestacional, es un proceso en ocasiones invisible, sobretodo cuando se trata de pérdidas durante el primer trimestre de embarazo, donde, generalmente desde el desconocimiento y/o el dolor, no damos suficiente espacio a la pérdida y lo intentamos de nuevo, sin atender los ecos que deja la experiencia en nosotros, nuestra pareja y los siguientes hijos.​

 

A medida que avanza la gestación, nuestros apegos y expectativas crecen con nuestro bebé y el proceso de duelo se complica proporcionalmente a las circunstancias que rodearon este hecho.

Perder un hijo durante el embarazo o en los inicios de su vida, es algo para lo que nadie esta preparado. 

 

Tras la pérdida, es esencial poder expresar y atender el caos emocional que sentimos en un espacio seguro, transitar el camino de las lágrimas tomando recursos para trascender el dolor e ir aprendiendo a respetar nuestro proceso y sus tiempos, receptivos, desde el amor, a la profunda transformación que conlleva esta experiencia.

 

Para todo ello, te brindo mi mano, mi corazón y mi experiencia, para que te sientas acompañado/a durante tu camino.

¿Cómo? De dos maneras complementarias y no excluyentes: 

1. Acompañamiento en el Duelo presencial u online:

El acompañamiento presencial, va dirigido a personas de la provincia de Barcelona. Consiste en encuentros en los que te acompaño a sostener y trascender la montaña rusa emocional que comporta el duelo, el nuevo embarazo o el posparto arcoiris, poniendo a tu servicio, no solo la escucha, si no todos los recursos que conozco para hacer más liviano el camino (Flores de Bach, Reiki, EMDR, etc). 
​Acompaño vuestros sentimientos ofreciéndoos perspectiva, fortaleza y esperanza para hacer de vuestro camino, un proceso lleno de vida y amor.
El acompañamiento online, va dirigido a personas de habla hispana, de cualquier lugar del planeta. La distancia física ya no es un problema a la hora de recibir un buen soporte cuando lo necesites. 
2. Taller presencial para despedir a los bebés. Semestralmente, organizo eventos grupales para reconocer y despedir a los bebés que no se han quedado en la vida. Desde un profundo amor y respeto hacia el propio proceso de duelo de cada uno, nos acompañamos a soltar el dolor y a empezar a llenarnos del amor que este, nos impidió sentir.


Únicamente aquellos que evitan el amor, pueden evitar el dolor del duelo.
Lo importante es crecer, a través del duelo, y seguir permaneciendo vulnerables al amor’.  JOHN BRANTNER

Te invito a compartir aquí tu experiencia o alguna reflexión sobre este post, si lo deseas, GRACIAS!!

Rebeca Pabón. Psicóloga, Coach & Terapeuta. Telf 606 65 26 16 - repab@hotmail.com

rebeca@espaivida.es

La culpa, la pandemia entre los padres del siglo XXI

Ser padres despierta en nosotros sentimientos encontrados.  

Hoy quiero hablarte de LA CULPA, una verdadera pandemia entre los padres del siglo XXI.

En un momento en el que tenemos acceso a una información sin límites, en nuestra fantasía las posibilidades de LO QUE PODRÍA SER Y NO ES, TAMPOCO tienen fin.

Muchos padres se siente CULPABLES de no poder estar suficiente tiempo con sus hijos, CULPABLES de hacerlos sufrir con sus propios procesos vitales (cambios de trabajo, de pareja, etc), CULPABLES de no poder ofrecerles lo que desearían o sienten que merecen, CULPABLES de no saber hacerlo mejor con la cantidad de recursos que llegan a leer ;) 

Muchos padres y madres de hoy en día se sienten culpables casi todo el tiempo, muchas veces sin ser conscientes, que este sentimiento nos aleja dolorosamente del presente y por tanto de nuestros hijos, condenándonos de distintas formas, a modo de sutiles expiaciones que tenemos tan normalizadas que aceptamos naturalmente:
desvalorización, exceso de exigencia, tristeza, sentimiento de no merecimiento, etc.

La MAYORÍA,
hacemos lo que podemos siempre,
y  TODOS lo hacemos lo mejor que sabemos en función a nuestras circunstancias.

Los niñ@s necesitan rodearse de adultos:

- capaces de ACEPTAR SU PRESENTE, 

- capaces de RECONOCERSE Y ACEPTARSE A SÍ MISMOS con naturalidad,

- capaces de aceptar sus frustraciones, desesperación, limitaciones e impaciencias,

- capaces de identificar, expresar y gestionar saludablemente sus sentimientos

este es tu gran reto como padre/madre:
¿para qué?

para que tus hijos puedan expresar todo aquello que experimenten,
sin miedo a herirte o a sentirse juzgados por ti.

SOSTENER es el sustituto ideal para la palabra CULPA.

En ocasiones nuestros hijos expresarán dolor, ira o desesperación
y en ocasiones nos señalarán como responsables de sus sentimientos.
En ese instante, no olvides que no supiste hacerlo mejor... 

Si eres capaz de ‘sostener’
el enfado, el dolor, la tristeza o la frustración de tu hij@
sin sentirte culpable,
entendiendo que forman parte de su experiencia vital,
comprendiendo que le ayudarán a madurar y crecer (si quiere),
este sentirá confianza para expresar estos estados y ahí tendrá una oportunidad para transformarlos cuando surjan.

A través de tus ojos, podrá percibir la seguridad que necesita para aceptar y trascender lo que le ocurre.

Si, por el contrario,
cuando expresa sus sentimientos, te sientes culpable,
perderás fuerza en la dinámica,
es posible que sus emociones,
lejos de transformarse se magnifiquen y se vuelvan aún más contra ti 
a modo de SOS inconsciente,
desde su desesperación de no hallar el apoyo que necesita para poder trascender su estado.

Aprender a dejar de sentirse culpable es posible.

¿Te apuntas al reto?

Puedes compartir aquí tus experiencias  y si tienes alguna duda o sugerencia, puedes escribirme, GRACIAS!!



Rebeca Pabón. Psicóloga, Coach & Terapeuta. Telf 606 65 26 16 - repab@hotmail.com

rebeca@espaivida.es