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Palau Solità i Plegamans, Barcelona, Spain
Licenciada en Psicologia (UAB, 2002). Máster en Comunicación Empresarial (2.008). Terapeuta en EMDR, PNL y Psicologia Sistémica Familiar. Facilitadora de Constelaciones Familiares, Terapeuta en Flores de Bach, Técnica Metamórfica y Kinegenealogía.

miércoles, 27 de mayo de 2009

LAS CLAVES DEL TALENTO: PSICOLOGIA POSITIVA = CREATIVIDAD

Experimentar emociones positivas es siempre algo agradable y placentero a corto plazo; además, prepara a los individuos para afrontar circunstancias difíciles favoreciendo formas de pensar que amplían el rango de respuestas posibles.

La alegría, por ejemplo, anima a ser creativo y ello permite el desarrollo y entrenamiento de habilidades físicas (fuerza, resistencia, precisión), de habilidades psicológicas e intelectuales (comprensión de normas, memoria, autocontrol) y de habilidades sociales necesarias para el establecimiento de relaciones de amistad y de apoyo.

Las emociones positivas mejoran la forma de pensar

Muchas investigaciones han demostrado que el optimismo se relaciona con una organización cognitiva más abierta, flexible y compleja, y con la habilidad de integrar distintos tipos de información.

El resultado de esta forma de pensar hace más creativa la solución de problemas y más acertados y sensatos los juicios y la toma de decisiones.

Otros experimentos muestran que los estados positivos inducidos, bien fuera viendo una comedia o recibiendo un pequeño regalo, facilitan la solución creativa de problemas. Concretamente parecen incrementar las asociaciones novedosas, no previsibles, y las combinaciones inusuales de elementos.

En definitiva, las emociones positivas facilitan la puesta en marcha de patrones de pensamiento receptivos, flexibles e integradores que favorecen la emisión de respuestas novedosas.

Seria difícil imaginar a Miguel Ángel cabreado mientras pintaba la Capilla Sixtina, a Newton iracundo debajo del manzano, a Edison, Marie Curie, Pasteur o Einstein… deprimidos en sus laboratorios…

Por el contrario, es fácil imaginarles pensando posibilidades y alternativas, combinando elementos a priori imposibles, absortos en su tarea, emocionados contemplando sus avances hacia una meta deseada y llena de significado para ellos.

Todos estos genios tenían sin duda algo en común: resiliencia y positividad, la ecuación perfecta del talento y la creatividad.

¿Te apuntas al éxito?

¡¡Feliz semana a todos!!

martes, 12 de mayo de 2009

LAS 10 CLAVES DE LA FELICIDAD



Los investigadores llevan más de 70 años estudiando a la gente feliz y a la que no lo es, y parecen haber identificado los factores que determinan esta condición.


Aquí presentamos los “TOP 10”: RIQUEZA, AMBICION, INTELIGENCIA, GENETICA, BELLEZA, AMISTAD, MATRIMONIO, FE, CARIDAD, EDAD


VIDEO (9 min)


Saca tus propias conclusiones: Ser feliz es menos difícil de lo que piensas.


1. Riqueza: El dinero contribuye a la felicidad hasta cierto punto, pero cuando uno cuenta con casa, vestido y sustento va perdiendo importancia. Los científicos han observado que, en general, la gente más rica es más feliz; sin embargo, la relación entre dinero y felicidad es compleja.


En los últimos 50 años, el ingreso promedio aumentó mucho en los países industrializados, no así los niveles de felicidad.


Al parecer, una vez satisfechas las necesidades básicas, él dinero proporciona más dicha sólo si uno tiene más que los amigos, los vecinos y los colegas… Es decir, si somos más ricos que el resto, nos sentimos más felices…


2. Ambición: ¿Cuántas cosas necesita uno tener para ser feliz? En los años 80, el profesor canadiense Alex Michalos pidió a 18.000 estudiantes universitarios de 39 países que midieran su felicidad en una escala numérica e indicaran cuán cerca estaban de poseer todo lo que querían. Aquellos cuyas aspiraciones - no sólo de dinero, sino de amigos, familia, trabajo, salud, etc.- superaban por mucho lo que ya tenían, tendían a ser menos felices que los que percibían una diferencia menor. El tamaño de la brecha resultó ser un indicador de felicidad unas cinco veces mejor que el volumen de ingresos. Así pues, a más ambiciones que logros o pertenencias menos felicidad. Habrá que aprender a valorar lo que tenemos y a medir nuestras aspiraciones...

Este quizá explique por qué mucha gente no se siente más feliz a medida que va aumentando el sueldo. En vez de satisfacer nuestros deseos, muchos simplemente deseamos más. En encuentas realizadas en Estados Unidos por la empresa Roper en los últimos 20 años, se pidió a los participantes hacer una lista de los bienes materiales que consideraban importantes para tener "una buena vida". Los investigadores descubrieron que cuanto más tenía la gente, más larga era la lista. Al parecer, "la buena vida" se mantenía siempre fuera de su alcance.

3. Inteligencia: Aunque se han hecho pocos estudios para averiguar si la gente más lista es más feliz, todo indica que la inteligencia "clasica" (el QI de toda la vida) no influye directamente en la felicidad, aunque la "inteligencia social" si podría ser un factor importante al facilitarnos relaciones más satisfactorias con los demás.


4. Genética: ¿Es innata la felicidad? David Lykken, genetista conductural de la Universidad de Minnesota, cree que la mitad de nuestra sensación de bienestar depende de lo que estamos viviendo en determinado momento, y la otra mitad de un nivel fijo de felicidad que está determinado genéticamente aunque esta herencia no es más que una predisposición a un tipo de pensamiento positivo y optimista por lo que siempre está en nuestra mano poder darle la vuelta a ese porcentaje.


5. Belleza: El rumor es cierto: la gente bella es más feliz. Cuando de Diener pidió a unas personas que evaluaran su propio aspecto físico, observó un "efecto leve pero positivo del atractivo físico en el bienestar subjetivo". Es una variable directamente relacionada con nuestra autoestima, así que no lo dude: “Usted puede aprovechar el efecto benéfico que la belleza le da a su ego aunque no tenga un físico enviadiable; sólo tiene que estar convencido de que luce de maravilla!!”


6. Amistad: La intensidad de nuestras relaciones y el tiempo que se pasa con los seres queridos es un factor absolutamente determinante en nuestra felicidad, todos los estudios apuntan a ello. Los que tienen más amistades y los que tienen pareja están más contentos en todos los sitios y lugares del planeta a pesar de los inconvenientes o falta de recursos del entorno.


7. Matrimonio: Según una revisión de informes de 42 países llevada a cabo por unos investigadores estadounidenses, las personas casadas suelen ser más felices que las solteras. La diferencia es pequeña, pero plantea una duda interesante: ¿el matrimonio lo hace a uno feliz, o simplemente la gente feliz tiene mayor disposición a casarse?


Las dos cosas pueden ser ciertas. En un estudio de 15 años realizado con más de 30,000 alemanes, Diener y sus colegas observaron que la gente feliz tendía más a casarse y a permanecer casada.


Los estudios indican que la unión libre no brinda los mismos beneficios. "Sospecho que a las parejas que viven en unión libre les falta la seguridad que da el acta matrimonial, y por eso no se sienten tan felices", dice Andrew Oswald, "Sabemos, por todos los datos con que contamos, que la inseguridad es nociva para los seres humanos".


8. Fé: De las docenas de estudios que se han realizado sobre religión y felicidad, la gran mayoría han encontrado una relación positiva entre ambas.


Creer en que existe una vida después de la muerte le da sentido y consuelo a muchas personas, además de paliar el sentimiento de estar solas en el mundo, sobre todo al envejecer, explica Harold Koenig, del Centro Médico de la Universidad Duke. "Esto se hace patente en situaciones difíciles. Las creencias religiosas pueden ser un arma muy poderosa para enfrentar la adversidad".


Además, la religión fomenta la interacción y el apoyo sociales. Sin embargo, Koenig considera que no se trata sólo de recibir. "Los estudios muestran que quienes ayudan a los demás se sienten bien consigo mismos, e incluso viven más", dice. Esto, afirman los investigadores, hace que la práctica religiosa sea una fuente de mayor satisfacción que otras actividades sociales.


9. Caridad: Diversos estudios han encontrado una relación entre la felicidad y el altruismo, pero como ocurre con muchos otros rasgos de conducta, no se sabe con certeza si ser caritativos nos hace sentir bien, o si la gente feliz tiende a ser más generosa.

10. Edad: En un estudio, la psicóloga les dio radiolocalizadores a 184 personas de entre 19 y 94 años, y se comunicó con ellas cinco veces al día durante una semana; en cada ocasión les pidió que llenaran un cuestionario sobre sus emociones. Los mayores informaron de emociones positivas casi tanto como los jóvenes, con la diferencia de que los más anciamos manifestaban menos emociones negativas.


Carstensen cree que, conforme se le va agotando a uno el tiempo, la gente aprende a concentrarse en lo que la hace feliz y a soslayar lo que no:


"No sólo se dan cuenta de lo que tienen, sino de que no es eterno", dice. "Cuando se tienen 85 años, por ejemplo, despedir con un beso al esposo puede generar una respuesta emocional mucho más compleja que el mismo beso a los 20 años".

...Así pues, en resumen ser feliz pasa por...

1. VALORAR MÁS LO QUE TENEMOS

2. TENER LAS AMBICIONES JUSTAS

3. COMPARTIR NUESTRO TIEMPO CON OTROS

4. VALORARNOS POR LO QUE TENEMOS Y LO QUE SOMOS


5. PENSAR QUE NO SOMOS ETERNOS
¿Te apuntas al desafío de ser feliz?




¡¡Feliz semana a todos!!




martes, 5 de mayo de 2009

Constelaciones familiares: una terapia cientifica y revolucionaria.


Todos pertenecemos a una familia de la que heredamos no solo rasgos físicos y emocionales sino también una historia y, en consecuencia, unos compromisos (promesas, lealtades, valores, etc) de los que muchas veces no somos conscientes pero que condicionan nuestra vida y nuestra felicidad.
¿Qué ofrecen los talleres de Constelaciones familiares?
En casi todas las familias, hay ciertos hechos que tienen un profundo impacto en todos sus miembros. Estos hechos afectan profundamente a las relaciones entre padres e hijos, hermanos, parejas,... causando conflictos, depresiones y otros trastornos graves (incluidas muchas enfermedades ya que, como sabemos, el sistema emocional trabaja a todos los niveles, incluido el físico).

Los talleres de Constelaciones trabajan los sufrimientos, culpas y obligaciones que se transmiten de generación en generación, y que inconscientemente guían y limitan nuestra actuación en el plano familiar y personal condicionando nuestros logros, bienestar y felicidad.

Las Constelaciones son una oportunidad para comprender los vínculos de la red familiar e iniciar un profundo cambio en las relaciones dentro de la familia iniciando un proceso de sanación psíquica y física con resultados sorprendentes.

¿Qué resulta tan sorprendente de las Constelaciones familiares?

No solo la persona que realiza la constelación nota una mejoría en un periodo de tiempo muy breve sino que otros componentes de la familia, sin estar presentes, también se benefician de este aprendizaje y crecimiento personal que la persona realiza durante el taller.
¿Cómo es posible esto último?

El nuevo patrón aprendido e interiorizado por las personas que participan en la constelación es transmitido al resto de componentes de la familia, a través de lo que conocemos como “campos morfogenéticos”.
Estos “campos”, según el Dr Sheldrake, permiten la transmisión de información entre organismos de la misma especie y/o sistema sin mediar espacio físico. Es como si dentro de un sistema, los individuos estuviesen conectados por un vínculo que actuara instantáneamente como CANAL DE INFORMACIÓN fuera del espacio y el tiempo.
Este hecho no es algo mágico y/u esotérico: es un fenómeno constatado científicamente no solo en humanos, sino en otras especies (puedes encontrar más información en RED CIENTIFICA).
Así pues, el nuevo aprendizaje que realiza la persona durante la constelación beneficia a todos los miembros de la familia, al ser trasladado inconscientemente al resto de miembros, mejorando las relaciones a todos los niveles, comprendiendo las lealtades y compromisos disfuncionales y adecuando las cargas heredadas.

En la familia descansa el pilar más importante en nuestra felicidad.
De su armonía depende en gran medida nuestra armonía,
aunque muchas veces no seamos conscientes de ello o queramos negarlo.
Mas información sobre constelaciones familiares y talleres en: www.lasconstelaciones.com
¡Feliz semana a todos!