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Palau Solità i Plegamans, Barcelona, Spain
Licenciada en Psicologia (UAB, 2002). Máster en Comunicación Empresarial (2.008). Terapeuta en EMDR, PNL y Psicologia Sistémica Familiar. Facilitadora de Constelaciones Familiares, Terapeuta en Flores de Bach, Técnica Metamórfica y Kinegenealogía.

sábado, 24 de julio de 2010

Body Mind: La sabiduria del cuerpo.


Todos los humanos tenemos dos inteligencias: la Conciencia del Cuerpo (Body Mind) y la Mente. La Mente, o inteligencia intelectual, es la que tiene mas valor en la cultura occidental (la de la lógica y la razón).

La Conciencia del Cuerpo (Body Mind) es la inteligencia natural e innata del cuerpo, que trabaja a través del cerebro, el sistema nervioso, glándulas, células y sistema inmunitario.

Su función principal es garantizar la seguridad del individuo y conseguir su máxima salud y felicidad, manteniendo el equilibrio interno.

Hay una gran variedad de maneras como el Cuerpo lo consigue:

o Renovar las células
o Convertir la comida en energía
o Oxigenar el sistema
o Reparar los daños de huesos, piel y órganos
o Armonizar las diferentes funciones del organismo
o Proteger contra las infecciones
o Usar las emociones para guiar a la persona hacia la acción
o Usar los síntomas d’algun tipo para informar a la persona que está en peligro


En cada caso el Cuerpo siempre busca nuestra supervivencia, pero en los dos últimos casos lo hace de manera diferente. Utiliza las emociones, y como último recurso los síntomas, para comunicarse con nosotros y para hacernos saber que la situación donde nos encontramos puede acabar haciéndonos sufrir o herirnos de alguna manera.

El objetivo de la Conciencia del Cuerpo es pues, recopilar información de las experiencias que vivimos para luego enviar señales en forma de emociones para hacernos saber que hacer al respecto.

El centro del la inteligencia corporal se encuentra en el Sistema Límbico, también conocido como cerebro emocional. Esta formado por una serie de estructuras que se encuentran en el centro del cráneo: incluyen el Hipocampo (almacena memorias sobre experiencias pasadas), el Tálamo (procesa la información de los sentidos), la Amígdala (centro de alarma) y el Hipotálamo (el controlador por excelencia, que lleva el control de la producción de emociones y síntomas, a la vez que regula la temperatura, el sueño, la retención y producción de líquidos, etc.).

A través de este sistema, el Cuerpo produce cambios y ejerce influencia sobre las glándulas, el sistema inmunitario, el sistema nervioso autónomo, la piel, los músculos, el estomago, corazón, circulación y respiración.

Así pues, hay una conexión directa entre las emociones y el estado físico, y entre el estado emocional y la salud física.

Para comunicarse con nosotros el Cuerpo no tiene esa voz interna que nos dice que hemos de hacer o como hemos de hacer las cosas, sino que utiliza cambios neuroquímicos en el organismo que nosotros experimentamos en forma de tensión muscular, palpitaciones, mariposas en el estomago, sequedad de boca, piel de gallina...sensaciones de todo tipo que a veces las identificamos como emociones (miedo, ira, pena, alegría, aburrimiento...) o que a veces son tan sutiles que no podemos identificar.

Toda emoción tiene una finalidad: el enfado nos dice que hagamos valer nuestras opiniones o derechos, el miedo que pidamos ayuda, que lo superemos poco a poco y/o que hagamos lo posible para sentir-nos seguros, la pena que dejemos que las lagrimas caigan y que pidamos soporte de los que nos rodean, y el placer que los compartamos y que hagamos mas de los que gozamos.


Una vez la Conciencia del Cuerpo ha creado una emoción, esta no se libera hasta que no la transformamos en una acción, o sea hasta que no hacemos algo al respecto. La química de las emociones continua afectando las glándulas, las células y el sistema nervioso hasta que lo transformamos en una acción, física o verbal. Si no hacemos nada, hay un aumento de energía, y todo el organismo se pone en alerta, creando dolor, fatiga... con el objetivo de hacer ver al individuo que tiene que hacer alguna cosa urgentemente. Cuando la persona empieza a escuchar y actuar de acuerdo con estas emociones, el mensaje que hay detrás de los síntomas se descodifica, y estos ya no tienen más razón de existir y desaparecen.

Ejemplo:

- Llevas mucho tiempo cuidando de los otros; solucionando sus problemas, escuchando sus tragedias, o haciendo lo que ellos quieren. Tu cuerpo inicialmente te hace sentir miedo porque te estas empezando a saturar de responsabilidades. Pero tu Mente lo ignora porque seria “egoísta” por tu parte no ayudarlos. Ahora tu cuerpo crea fatiga para hacerte ver que tienes que invertir más tiempo en ti misma/o.

Este concepto de Conciencia Corporal (Body Mind) es la base de muchas de las nuevas terapias y psicoterapias que ayudan a trabajar problemas de diversa índole como dolores musculares, problemas gastrointestinales (colon irritable, gastritis, etc) trastornos hormonales diversos (tiroides, infertilidad etc), fibromialgia - fatiga crónica, etc...

Aprender a escuchar nuestro cuerpo no solo nos haría mas sanos y felices sino que también nos enseñaría el camino hacia nuestra plena realización personal.

1 comentario:

Maritoñi dijo...

ME encanta tu blog. Soy psicoanalista y tras un periodo de abandono espero que el bodymind recuerde cuando estaba más sanote.
Besos