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Palau Solità i Plegamans, Barcelona, Spain
Licenciada en Psicologia (UAB, 2002). Máster en Comunicación Empresarial (2.008). Terapeuta en EMDR, PNL y Psicologia Sistémica Familiar. Facilitadora de Constelaciones Familiares, Terapeuta en Flores de Bach, Técnica Metamórfica y Kinegenealogía.

lunes, 16 de diciembre de 2013

El abrazo no mal cria, EDUCA !

En demasiadas ocasiones oímos eso de "no cojas tanto al niño que luego se acostumbra", "lo estás malcriando con tanto brazo, ya verás luego", "lo tienes mimado y luego se topará con la realidad de la vida y sufrirá"... 

Lo cierto es que todos los seres humanos desde que nacemos necesitamos del contacto físico con otras personas. 

A través del contacto y especialmente del abrazo, el bebé, más tarde el niñ@, siente e integra valiosísima información emocional y responde a ella en función de la calidad de la misma, podriamos decir qué como mecanismo de supervivencia ya que depende totalmente de nosotros. 

¿Cómo?

Llama la atención y solo se calma cuando lo abrazamos,

Llora y pide más contacto.


Nos está indicando que...

1. Necesita más contacto físico para sentirse seguro (en ocasiones desde la creencia de que lo malcriamos, no estamos respetando su necesidad y el bebé o niñ@ se expresa)

2. El contacto que recibe le desetabiliza porque le hace sentir inseguro, por cualquiera de los siguientes motivos:

    2.1. Me abrazas desde tu propia necesidad. Me abrazas desde tu carencia, lo que no recibes o recibiste, o desde tu inseguridad buscando aprobación como padre, por tanto "Este abrazo lo necesitas tú más que yo" - "estamos apañados si yo, que soy un bebé, tengo que cuidar de ti o darte mi aprobación, solo soy un bebé!! ;) "
    2.2. Estás abrazándome físicamente pero no estás AQUÍ y AHORA, con lo cual no puedo sentirte. (Es posible que algo te preocupe, que estés pensando en otras cosas, que estés cansado, pero solo soy un bebé, no estás y te necesito!!! - dependo de ti, recuerdas ;)

El abrazo es una forma de comunicación que nos habla de cómo vivimos el intercambio afectivo, una forma de expresar al niño qué es el amor antes de la comprensión del lenguaje y más allá de este. 

Si abrazamos a un niño desde nuestro estado de carencia, le estamos enseñando, de un modo totalmente inconsciente, que para recibir amor primero tiene que entregarse, el amor es condicional, tu me das, yo te doy, pero primero TU ME DAS.

Si lo abrazamos desde la ausencia, sentirá soledad, y le estaremos enseñando que el amor vibra en este estado, cada uno por su lado.

EL AMOR EDUCA, y desde la infancia integra patrones afectivos tan importantes en la vida  adulta y de pareja, como estos. Patrones que más tarde reproduciré de un modo totalmente natural e inconsciente. Igual que no recordamos cómo aprendimos a a hablar, tampoco como aprendimos a amar.

Únicamente SI NO abrazamos con consciencia podemos "MAL_CRIAR" (educar en la dirección equivocada), 
aunque si no lo sabias, no te culpes, cada uno lo hace lo mejor que sabe. 
A partir de ahora experimenta, vive e integra los cambios.

Para abrazar des de un estado de PRESENCIA y PLENITUD, y por ende, enseñar a nuestros hijos de qué modo fluye el amor, tenemos que tomar consciencia de este acto de intercambio tan maravilloso... 

Una propuesta podría ser la siguiente...:

1. Respiramos profundo,

2. Visualizamos en nuestra mente, como si de una foto se tratase, a todas aquellas personas que forman o han formado parte de nuestra vida y sentimos que nos han amado, apreciado, apoyado, querido (familiares, amigos, parejas...)


3. Desde ese estado de agradecimiento y plenitud volvemos a tomar una respiración profunda y abrazamos saboreando el momento, dándole su espacio, su tiempo.

De este modo el abrazo será una experiencia maravillosa desde la que podremos disfrutar de sus interminables BENEFICIOS:

Es una forma de comunicarse en todas aquellas situaciones en que sobran las palabras o no logramos encontrar las adecuadas.

No puedes dar uno sin recibir otro en el mismo momento.

Ahuyenta la soledad,

Aquieta los miedos,

Nos Abre el CORAZÓN

Fortalece nuestra autoestima (“¡ Caray ! Quiere abrazarme a mí!”),

Fomenta nuestro altruismo (no puedo creerlo, pero quiero abrazar a esa persona!),

Ayudan a controlar el apetito
(y es que “no solo de pan vive el hombre”: también necesitamos del afecto y la energía que fluye entre las personas: es una vitamina esencial).

Producen una sensación de bienestar que puede reducir la presión arterial, la ansiedad, el estrés y la depresión.

Liberan endorfinas, las conocidas hormonas de la felicidad, las cuales elevan el umbral del dolor, aumentan la sensación de placer y felicidad y retardan la sensación de fatiga tras un esfuerzo físico.

Regulan el sistema hormonal y los ciclos de la mujer. 


Un abrazo es mucho más que un mero contacto físico, constituye un recurso educativo importante y un modo de expresión no verbal con poder curativo.

No lo dudes, ¡¡  ABRAZA !!