PSICOBLOG

Mi foto
Palau Solità i Plegamans, Barcelona, Spain
Licenciada en Psicologia (UAB, 2002). Máster en Comunicación Empresarial (2.008). Terapeuta en EMDR, PNL y Psicologia Sistémica Familiar. Facilitadora de Constelaciones Familiares, Terapeuta en Flores de Bach, Técnica Metamórfica y Kinegenealogía.

viernes, 29 de julio de 2011

ADOLESCENCIA PARA PADRES

La adolescencia es una etapa de TRANSICIÓN y cambios muy importantes y difíciles tanto para padres como para hijos. Para ambos es una situación nueva y supone una progresiva separación de los padres. Estas dos características hacen que sea una etapa que se vive con especial estrés:

à Progresivamente los hijos pasan de SENTIRSE niños a SENTIRSE ADULTOS y van pidiendo que se los trate como tal. En este punto los padres es importante que vayan poco a poco aceptando esta nueva realidad y necesidad no como un capricho más de su hijo/a sino como un periodo muy importante en el que tendrán que adaptar su manera de educar.

¿Cómo?

- Ya no necesitan tanta protección, necesitan que les INFORMEMOS de los peligros que consideremos necesarios, que compartamos con ellos nuestra opinión sobre determinados temas desde un diálogo flexible, es decir, considerando POSITIVAMENTE aquellos aspectos que compartamos y no censurando su opinión ante aquello con lo que no estemos de acuerdo. Es importante escuchar sin juzgar y NO AGOBIAR, viven rodeados de información, tienen información de sobras.

- Sobretodo NECESITAN QUE CONFIEMOS EN ELLOS. Esta es una etapa en la que temerosamente están dando sus primeros pasos hacia la TOTAL INDEPENDENCIA y TRASLADARLES NUESTROS MIEDOS de una manera demasiado sobre protectora y controladora no ayuda, genera REBELDIA.

La REBELDIA es una manera de decir: no necesito que me controles, no necesito tu protección, soy una persona adulta.

También es una expresión de TENGO MIEDO pero tu no me entiendes porque si lo hicieses CONFIARIAS EN MI. ¡Necesito que confíes en mi!

Me gusta comparar esta etapa a cuando uno coge el coche solo por primera vez después de sacarse el carné de conducir. Tienes los conocimientos para hacerlo, pero no puedes evitar estar nervioso. Si tienes de copiloto – en este caso padre/madre- a alguien que va muy nervioso y se sobresalta cada vez que prevé que puedes chocar o calar el coche no ayuda mucho verdad?

Como decía es una etapa difícil para ambos: padres e hijos. Los padres tenemos que aprender poco a poco a adaptar nuestro papel como educadores: ya pasó el tiempo de enseñarles a volar, ahora es el momento de que lo hagan solos y esto es difícil porque son muchos años con un activo papel de protección.

Es importante aceptar que ya pasó nuestro momento de enseñar, el tiempo de inculcarles unos valores, una manera de vivir, solo podemos seguir haciéndolo a través del ejemplo de nuestra propia vida.

Ellos ya tienen ese registro y necesitan poner a prueba si es válido lo que han aprendido, cuestionarlo, experimentar. Todos lo hemos hecho en mayor o menor medida, todos nos hemos equivocado, todos hemos sufrido por amor e incluso en algún momento sentimos que teníamos que cambiar de dirección porque allá  por donde íbamos no era lo que habíamos visto en casa, no iba con nosotros.

A los padres es importante que les quede la tranquilidad de que los hijos siempre guardan una gran lealtad por amor, más o menos consciente, hacia sus padres, hacia sus vivencias en la infancia, hacia todo aquello que les hemos enseñado porque siempre nos sentimos más cómodos en lo ya conocido, nos hace sentirnos más seguros y nos recuerda la sensación de aprobación de nuestros padres lo que nos da aún más seguridad,  por lo que aunque en algún momento nos alejemos del camino que nos marcaron, tendemos a volver a él.

Así pues, si nuestros hijos han tenido una infancia en un entorno afectivo adecuado, si nosotros hemos estado y estamos en un punto de equilibro en nuestras vidas y  vemos que se alejan circunstancialmente del camino que consideramos apropiado, TRANQUILIDAD ANTE TODO, uno debe mantenerse atento pero no intervenir hasta que nuestro hijo no nos solicite o hasta que no veamos que ha pasado algo más o menos significativo (por ejemplo, enamorarse de un chico que no conocemos de nada no lo és). 

Me gusta llamar a esta etapa la etapa del FARO. Los hijos son como barcos que salen a navegar, a hacer su vida, y los padres se quedan amorosamente en un punto fijo como un faro que a través de su luz les indica donde están por si los necesitan.

No lo olvides, CONFIA. No podemos evitar las experiencias de sufrimiento de nuestros hijos, eso es una ilusión, todos hemos aprendido y crecido con él  y GRACIAS  a él.

Padres, ahora es momento  de empezar a recuperar vuestra vida antes de tener hijos, a disfrutar de una cena sin hablar de ellos, a salir en pareja a un balneario e intentar pensar en a qué cosas te gustaría dedicar tu tiempo libre ahora que cada vez vas a tener menos responsabilidades familiares… Esto es como cuando a uno le quedan un par de años para jubilarse y va pensando que va a hacer entonces… Ya sabemos que uno nunca se jubila como padre pero claro pasar de capitán de barco a farero es todo un cambio y es importante ir haciendose a la idea…

...Ánimo a todos esos padres con hijos adolescentes...

martes, 12 de julio de 2011

La importancia de la reconciliación interior con nuestros padres

Buena parte de nuestros conflictos emocionales surge de nuestra relación con los padres. Creo que eso no es ninguna novedad. Pero ¿por qué surgen esos conflictos?

Porque nuestros padres también guardan conflictos mal resueltos con nuestros abuelos, y, de forma inconsciente, acaban transmitiendo esos problemas a sus hijos a través de ejemplos, actitudes, palabras y más. Si nuestros abuelos tienen problemas de autoestima, si sufrieron rechazo o tienen cualquier tipo de cuestión emocional, está claro que eso afectó a la relación con nuestros padres (sus hijos). Nuestros abuelos, a su vez, también habrán tenido sus cuestiones con nuestros bisabuelos. Nuestros bisabuelos influyeron sobre nuestros abuelos, que influyeron sobre nuestros padres, que influyen sobre nosotros. Y buena parte de la negatividad adquirida que nos vino de generaciones pasadas, yo, tú, la vamos a transmitir a nuestros hijos, quienes, a su vez, la pasarán a sus hijos…


 Creo que se ha podido percibir la dimensión mayor y más profunda de los problemas que arrastramos y que van pasándose de generación en generación.

Tenemos una imagen de los padres como seres que tienen el deber de ser maduros y responsables. Ese es nuestro modo de verlos desde la perspectiva de un hijo (de un niño).

Una parte de nosotros exige a nuestros padres cosas que ellos deberían haber hecho o que dejaron de hacer, el cariño y la atención que no recibimos como queríamos, etc.… Sin embargo, no vemos que nuestros padres también son hijos. Esto lo sabemos racionalmente, pero no logramos verlo en una dimensión más profunda poniéndonos de verdad en su lugar.

Es frecuente detectar, en personas de todas las edades, resentimientos que arrastran respecto de sus padres por acontecimientos de la infancia. Algunos no tienen consciencia de esos sentimientos, pero éstos empiezan a brotar mientras aplicamos  determinadas técnicas y hay mucha gente que se lleva una sorpresa al constatarlo.

Pueden surgir varios pensamientos del tipo de: Si mi padre no fuese tan represor… si mi madre me hubiese defendido de mi padre… si mi madre no me hubiese rechazado… si ellos me hubiesen dado apoyo emocional y económico…

En ese momento, estamos mirando desde la perspectiva de hijo. Estamos observando la situación desde el niño interior que reclama a sus padres cariño y atención incondicional, no desde el punto de vista de un adulto maduro que se plantea , comprende y acepta la situación en toda su dimensión.

¿Cuál es la importancia de llegar al perdón? 

La liberación que trae es muy profunda. Salimos del papel de víctima, del niño amargado, y pasamos a mirar a nuestros padres como seres humanos, como hijos también. Nos hacemos más adultos. La sensación de levedad y de poder comandar el propio destino se hace más intensa, pues ya no hay esa necesidad de culpar a alguien por nuestros problemas. Nuestros hijos también quedarán beneficiados, pues dejaremos de pagar esas frustraciones con ellos.

Cuestiones mal resueltas con los padres, ya sean resquemores, rechazo, rabia, abandono, interfieren de forma muy significativa en todas las áreas de nuestra vida. 

Cuestiones mal resueltas con los padres, ya sean resquemores, rechazo, rabia, abandono, interfieren de forma muy significativa en todas las áreas de nuestra vida.
Cuanto más en paz interior estés con tus padres, mejor fluirá tu vida.

"La mitad de tu Ser consiste en tu madre y la mitad de tu Ser consiste en tu padre. Tu estas aquí por ellos. Todo lo que te esta ocurriendo es, en cierto modo, por ellos". Osho
 

Haz una prueba y empieza a observar a personas que tienen relaciones problemáticas con sus padres. Fíjate en cómo son esas personas y cómo les va en todas las áreas. ¿Están prosperando? ¿Se relacionan bien con amigos? ¿Tienen relaciones amorosas sanas? ¿Cómo es la autoestima de esas personas? Es posible que detectes que, cuanto peores son las relaciones familiares, más probabilidad hay de observar problemas en otras áreas.

EJERCICIO DE EVOCACIÓN Y RECONCILIACIÓN:

Trabajar por separado primero al padre, luego a la madre o viceversa.

BLOQUE 1. MEMORIA HISTÓRICA (la realidad desde otra perspectiva):

1. Dibujar el árbol genealógico.

2. ¿Cómo fue la infancia de mi padre/madre?

¿Qué acontecimientos importantes la marcaron? (enfermedades de ellos o de algún familiar cercano, muertes tempranas, dificultades económicas, guerra o posguerra, maltratos, abusos, educación de la época, número de hermanos, lugar que ocupaban – 1º,2º,3º, etc)

¿Cómo eran mis abuelos y cómo se comportaban con él/ella? (eran cariñosos, exigentes, etc...)

3. Acontecimientos importantes de la vida de mi padre/madre en la edad adulta (relaciones de pareja, hijos ilegítimos, tipo de trabajo, abortos, enfermedades,...)

BLOQUE 2. Escribir: 

1. ¿Cómo ha sido la relación con mi padre/madre?   
2. ¿Cómo me gustaría que hubiese sido?
3. ¿Qué le agradezco?   
4. ¿De qué me gustaría disculparme?

Relacionar BLOQUE 1 y 2 
¿Hasta que punto es justo mi reclamo?

Lectura recomendada: La Ley del espejo (Editorial Comanegra)